San Juan de la Cruz



                                               
SAN JUAN DE LA CRUZ

Llenarse en el Vacío
Por Juan Mendoza

En los albores de este final civilizatorio que hoy transitamos, hay algunas historias extraordinarias –ya sea de sucesos o de personas- que requieren que nos acerquemos a ellas en puntas de pie. Es el mismo sigilo que hay que tener cuando queremos contemplar a un pájaro que se ha detenido cerca de uno. Cualquier movimiento brusco será suficiente para que el ave retome otra vez su vuelo. Y ahora, cuando ya se ha dicho y escrito tanto sobre “caminos iniciáticos” y vemos cómo muchos de los que los han transitado hoy se debaten entre el sarcasmo y el desamparo, un aire de inquietud sobrevuela al momento de escribir esta nota. Mucho más cuando ves que el letrero de la vida sigue encendido enfrente de tus narices y te recuerda que desde hace tanto, pero tanto tiempo, la canción sigue siendo la misma: vencerse a sí mismo. Una contienda que, hay que reconocerlo, supera las posibilidades humanas. Por eso, es comprensible que frente a esos pocos que han salido victoriosos de esa titánica batalla –lo que también demuestra que es posible- la mayoría opte por lanzar un suspiro de desdén y prefiera seguir haciendo muecas frente al espejo.
Lo primero que se podría decir de San Juan de la Cruz es que luego de habernos introducido en su vida y en su obra, nos empuja a que tomemos una decisión. No sirve de nada ponerse a estudiar su travesía si no estamos dispuestos a ser transformados por ella. Lo mismo podría decirse del legado de San Francisco o de Gandhi.  No son vidas que nos sirvan para recabar información en pos de un mayor conocimiento intelectual o para lucirnos con mejores malabares discursivos, a la manera en la que se cita a Foucault o Deleuze. Acá hay un riesgo genuino, una aventura de dimensiones tan abismales que apenas podemos vislumbrar sus alcances. De ahí el por qué de la cautela al acercarnos a la vida y pensamiento de este monje carmelita. Porque al leerlo uno no puede dejar de sentirse interpelado por él y a la única amarga verdad a la que se llega es que uno sigue siendo un mentiroso. ¿Qué obra de arte vamos a gestar, qué militancia social vamos a practicar, si sabemos que al final todo, todo, pero todo es para ver rubricada nuestra firmita al pie de cada uno de esos actos? Y ante la cándida pregunta de ¿qué tiene de malo? San Juan de la Cruz dirá que en esa reafirmación de yo lo hice, forjamos los barrotes que no sólo nos mantienen prisioneros, sino en permanente estado de guerra con nosotros mismos. Su propia vida es la prueba cabal de que el hombre puede ganar su libertad en esta Tierra. Es cierto que la epopeya es descomunal, por eso jamás alcanzará con las propias fuerzas y eso mismo es lo que San Juan de la Cruz comprendió al renunciar a sí mismo y al entregarse, y al creer...  un hombre libre es un hombre que ha conquistado finalmente la paz consigo mismo, cuando se llega a esa instancia en la que ya no hay nada que defender. Rendirse para ganar. Renunciar a todo para obtener todo. Esa es la única aventura que nos convertirá en hombres libres. Aunque algunos sigan creyendo que la libertad es ponerse a recitar estupideces inteligentes en algún bar.

 Nacido en 1542 en un pueblo de Ávila, España, y criado bajo circunstancias difíciles, Juan de la Cruz tuvo que batallar hasta bien entrado en la adolescencia con el azote del hambre y la pobreza extrema. Uno de sus hermanos falleció cuando él todavía era un niño, víctima del estado de indigencia en el que se encontraba la familia. Las crónicas que registran su vida, no mencionan ningún hecho trascendente o revelador que lo halla llevado a sumergirse en las profundidades de un monasterio de la orden Carmelita, donde se convertiría en portador de las videncias que luego plasmaría por escrito. Su conversión se parece más bien al trabajo del escultor, que a base de esfuerzo, paciencia, ensayo y error, logra pulir sobre la piedra la imagen viva que su mente proyectó. Sin embargo, el encuentro que tuvo con una persona al poco tiempo de ser ordenado sacerdote, sería decisivo tanto en la maduración como en el fruto de su obra. Junto con Teresa de Ahumada, que pasaría a la historia como Santa Teresa de Jesús inicia la reforma dentro de los carmelitas, convencidos de que la Orden se había alejado del ideal cristiano que la formó. Así nacen Los Descalzos. Pero no había nada de romanticismo ingenuo en esta gesta. Había un riesgo muy grande en cuestionar a ciertas estructuras dentro de una organización tan poderosa como la iglesia, mucho más en tiempos de plena Inquisición. Juan de la Cruz tuvo que soportar innumerables persecuciones de los propios carmelitas que se negaban a aceptar la reforma, y que al poco tiempo comenzaron a llamarse Los Calzados. Juan es el que lleva la peor parte en este enfrentamiento, es detenido y encerrado en una celda de un convento que Los Calzados poseen en Toledo, de la que logra fugarse nueve meses después. Los años siguientes no cesará en seguir alentando la reforma y presidirá numerosas fundaciones de los Descalzos en varios pueblos de España. Sin embargo, tendrá que soportar nuevas persecuciones y hacia el final de sus días será condenado al mayor de los ostracismos por parte de sus superiores. Aquejado de una septicemia y sin recibir la atención adecuada, fallece a los cuarenta y nueve años de edad.

Que esta escueta reseña biográfica al menos sirva para señalar la vida difícil de un hombre que decidió mirar la vida de frente y supo servirse de los golpes del destino para volcarlos sobre su propio yo, y así, en la mayor de las abnegaciones pudo lograr trastocar el barro en oro. Un hombre pequeño y simple, que siempre tenía tiempo para estar rodeado de niños a los que ayudaba en sus tareas de escuela, con manos de labrador para la tierra del lugar donde le tocara en suerte vivir, con manos de albañil para construir nuevas moradas. Un hombre que conoció el rostro del dolor pero que no eligió sufrir, sino dar. Parte de esa ofrenda, la componen sus escritos místicos.
Tratar de hacer una análisis de los libros de San Juan de la Cruz, sería, por lo menos, un exceso presuntuoso. Además, jamás ningún análisis por más meticuloso que fuese, podrá dar cuenta de esa fibra luminosa e hiriente que emanan de sus textos. Hay que ir hacia ellos y, una vez más, con la suma atención de saber lo que uno está haciendo. Sólo así se podrá percibir que allí reposa un secreto, esa verdad última tan deseada por tantos Buscadores. 
“Subida del Monte Carmelo” es, de todas las puertas que uno ha intentando atravesar, la más angosta. Pero también hay que acercarse a sus otros escritos: “Dichos de luz y amor” “Cántico espiritual” “Noche oscura”, toda su obra poética y un sin fin de tratados espirituales que fue trazando para sus hermanos y hermanas carmelitas. Y es a “Subida del Monte Carmelo” que pertenecen los siguientes versos. Obra que fue escrita, vale remarcarlo, muy poco tiempo después de haberse fugado de la cárcel.



MODO DE TENER AL TODO

Para venir a gustarlo todo,
no quieras tener gusto en nada.
Para venir a poseerlo todo,
no quieras poseer algo en nada.
Para venir a saberlo todo,
no quieras saber algo en nada.

MODO PARA VENIR AL TODO

Para venir a lo que no gustas,
Has de ir por donde no gustas.
Para venir a lo que no sabes,
has de ir por donde no sabes.
Para venir a lo que no posees,
has de ir por donde no posees.
Para venir a lo que no eres,
has de ir por donde no eres.

INDICIO DE QUE SE TIENE TODO

Cuando reparas en algo,
dejas de arrojarte al todo.
Porque para venir del todo al todo
has de negarte del todo en todo.
Y cuando lo vengas del todo a tener
has de tenerlo sin nada querer.
Porque, si quieres tener algo en todo,
no tienes puro en Dios tu tesoro.

INDICIO DE QUE SE TIENE EL TODO

En esta desnudez halla el espíritu
su quietud y descanso,
porque, no codiciando nada,
nada le fatiga hacia arriba
y nada le oprime hacia abajo,
porque está en el centro de su humildad.
Porque, cuando algo codicia,
en eso mismo se fatiga.
           



 Hoy, al compartir la vida con algunas personas en este barrio del Gran Buenos Aires donde vivo, y al verlas lidiar con sus situaciones límites bastante tormentosas, cuando veo cómo algunos niños de seis o siete años lavan a mano su propia ropa, es en esta gente, en sus silencios y en sus sonrisas ante tanta mala suerte, donde encuentro vivo el pensamiento de San Juan de la Cruz. Todas ellas ya han atravesado su propia noche oscura del alma. Y así, en la simpleza de “estar nomás”, asumen, acaso sin saberlo, la vida en su totalidad. Sé que ahí está la chispa que alumbrará este nuevo sendero que como humanidad ya estamos transitando. Un sendero donde todos los lenguajes civilizatorios, el político, económico,  religioso y sobre todo el artístico, estarán caducados.
Entonces, bienvenidos a la Senda del Monte Carmelo, aquí mora el Espíritu de la Perfección, que San Juan de la Cruz, lo revela con estas palabras: “nada, nada, nada, nada, nada, nada y aún en el monte nada”

CHARLA-DEBATE: "Los politicos pasan, los jueces quedan"

 CERRAMOS EL AÑO CON UNA CHARLA-DEBATE

 "Los políticos pasan, los jueces quedan"
Debate sobre el poder judicial y los cambios políticos

A CARGO DE VICENTE ZITO LEMA Y HECTOR FENOGLIO

Sábado 15 de Diciembre - 18 hs.
Sanchez de Bustamante 549 - CABA
Entrada libre y gratuita

- Después de la charla BRINDIS para festejar nuestro primer año -

Editorial Nº 4



NO HAY DERECHO
Por César Rodriguez

Imagen de Germán Quibus
En pocas ocasiones ha quedado tan expuesta la impúdica relación entre el Poder Económico y el Poder Judicial como en el conflicto político-económico-judicial alrededor de la ley de medios audiovisuales entre el gobierno nacional y el grupo Clarín.
Hace más de tres años, el grupo Clarín inició una batalla judicial para evitar que le aplicaran las nuevas reglas de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual por considerarla inconstitucional. A tal efecto, consiguió que el ex juez Edmundo Carbone, quien fuera funcionario de la dictadura y nombrado juez en 1980, rasgo común por otro lado de muchos de los jueces todavía en actividad, dictara una medida cautelar que lo eximiera de ajustarse a la ley en defensa del “derecho de propiedad”. Las medidas cautelares, como sabemos, sin prejuzgar sobre el litigio de fondo, ponen en resguardo derechos fundamentales hasta que se dicte sentencia. Son medidas transitorias, pero su uso y abuso intencionado, como el de tantas otras medidas jurídicas y administrativas, como el famoso “cajoneo”, las transforman de hecho en sentencias definitivas. Carbone ignoró una directiva de la Corte que lo mandaba a poner un “plazo razonable” a la cautelar para que no sea una sentencia anticipada. Después, la Cámara Civil y Comercial lo estableció para diciembre de 2013. Finalmente, la Corte suprema lo volvió a cambiar y fijó el famoso 7D.
En octubre pasado, con Carbone ya jubilado, la Cámara en lo Civil y Comercial Federal designó un nuevo juez para que dicte sentencia en la causa. El nuevo juez volvió a ser otra vez un jubilado, Raúl Tettamanti, porque las designaciones de los nuevos jueces “nuevos” están demoradas y trabadas en el Consejo de la Magistratura por el enfrentamiento entre el kirchnerismo y la oposición. Esta situación “irregular”, que hace años es la regular, favoreció que el nuevo juez fuera elegido “a dedo” y, según todo indicaba, “a medida” de Clarín. El gobierno nacional puso el grito en el cielo y empezó con juicios para todos lados: a miembro del Consejo y de la Cámara. ¿Resultado? El nuevo juez renunció antes de asumir.
Todo esto que parece joda es historia real. Y lo relatado es tan solo una breve reseña de tan solo una pequeña parte de tan solo una de las tantas actuaciones ilegítimas o directamente ilegales del sacrosanto Poder Judicial de la Nación. En las últimas semanas, como en las anteriores y en las anteriores…,  hubo muchos “episodios” ilegales y/o ilegítimos que involucran a jueces y al Poder Judicial. Un ejemplo: el camarista del fuero Civil y Comercial Francisco de las Carreras, uno de los que deben fallar sobre la cautelar de Clarín, fue denunciado porque aceptó como obsequio del mismo grupo Clarín un viaje a Miami, con hospedaje en un hotel cinco estrellas, con todo pago, junto con abogados de la empresa para visitar la sede de Cablevisión. Otro ejemplo: el juicio político al juez de Mar del Plata Pedro Federico Hooft, acusado de visitar durante la dictadura centros clandestinos al mismo tiempo que rechazaba hábeas corpus, en seis años no avanzó ni un solo milímetro por las continuas excusaciones y recusaciones que involucran hasta la Corte Suprema de Justicia de Buenos Aires. Otro: El juez de Santo Tomé, Humberto Camilo De Biase; la jueza civil de Paso de los Libres, Beatriz Duarte; el juez Alberto Pintos de Sáenz Peña, Chaco, están acusados de  ser parte de una “red de corrupción judicial” que tramitaba amparos judiciales con exorbitantes aumentos de sueldos para 24.000 agentes en actividad de Gendarmería y Prefectura gracias a la labor de miembros de servicios jurídicos y contables de las Fuerzas Armadas y de Seguridad y estudios jurídicos próximos a ellos. Quien quiera enterarse de más le alcanzará con abrir los diarios donde estas noticias abundan.
 La presidente Cristina, en relación a las medidas económicas contra el neoliberalismo que el gobierno nacional implementa, convoca a defender la intervención del Estado, pues defender el Estado, dice, significa defender “los grandes intereses nacionales, la soberanía popular y la soberanía nacional”. No podemos dejar de recordar que el Poder Judicial es uno de los tres poderes del Estado y, como está, es indefendible. Y no es de ahora. Durante la dictadura, el grueso del Poder Judicial no solo no defendió la libertad y la vida de los ciudadanos sino que fue cómplice del genocidio desatado por los militares. Todos sabemos que el golpe genocida no fue una simple locura de los militares sino que estuvo apadrinado y sostenido por el Poder Económico, es decir, por los mismos empresarios que hoy, también hay que recordarlo, siguen siendo los principales socios del Estado.
El Poder Judicial debería impartir justicia, defendiendo al pueblo de la explotación y la prepotencia del Poder Económico, pero la vida nos enseña que, lejos de hacerlo, en realidad lo defiende y ambos comparten los mismos intereses. Seguirán, pues, juntos oprimiendo al pueblo, pero no hay derecho a que, encima, nos quieran tomar por tontos haciéndonos creer el Poder Judicial imparte justicia y que, por ende, lo tenemos que defender como algo propio.           

SOL DE NOCHE Nº 4


- SOL DE NOCHE Nº 4 -
Noviembre - Diciembre 2012


En este número, entre otras, estas notas:

EL PODER JUDICIAL ES EL VERDADERO ENEMIGO DEL PUEBLO
Entrevista a Vicente Zito Lema
Por César Rodríguez

Senti-MIENTO: ¿DE QUÉ TE ENOJÁS?
Por Héctor Fenoglio

NO A LA MEGAMINERÍA: “LA VIDA VALE MÁS QUE EL ORO”
Entrevista a Autoconvocados de Mendoza
Por Héctor Fenoglio

SAN JUAN DE LA CRUZ: LLENARSE EN EL VACÍO
Por Juan Mendoza

2º ENCUENTRO NACIONAL DE PRÁCTICAS COMUNITARIAS EN SALUD
Entrevista a Luciana Smalinsky
Por Carolina Pinochi y Héctor Fenoglio

Buscala en los Kioscos o pedila a
contacto@revistasoldenoche.com.ar

FIESTA SOL DE NOCHE

- FIESTA SOL DE NOCHE -
SÁBADO 24 DE NOVIEMBRE 22 hs.

- Música en vivo de la mano de "La Gorda Infame" y "Carrazzotto"
- Poesía vibrante y explosiva con Daniela Andújar
- DJ Próximo Ayer nos deleitará con sus "mezcladitos"
- Barra económica que se hace amiga de tu bolsillo
- Comidas exóticas a cargo de "Madame Fufat"
- URRIS de regalo para todos a partir de las 00.00 Hs!!
  Y muchas sorpresas más!!!

Entrada sin inflación a $10 
(bono contribución de la causa)

GRACIAS POR LA BUENA ONDA Y TANTO BAILE!!
Sol de Noche

HOMBRE BEBIENDO LUZ
De Jorge Falcone, Argentina, 2011.
Un recorrido por la trayectoria del filosofo americanista Gunther Rodolfo Kusch, basado en la reconstrucción dramática de su articulo “Cuando se viaja desde Abra Pampa” y el repaso de los principales núcleos de reflexión de su texto “America Profunda”, cimentado sobre entrevistas que abordan el tema desde una perspectiva familiar, antropológica, y político-social.


Convocan y organizan:

- Revista SOL DE NOCHE
www.soldenocherevista.blogspot.com
www.facebook.com/revistasoldenoche

- LA PUERTA Centro de Salud, Arte y Pensamiento
www.lapuertacentro.blogspot.com
contacto@centrolapuerta.com.ar

- EL ESPIRITU DE LA EPOCA - Radio Rebelde AM740

Jueves de 20 a 22hs.
Conducen: Héctor Fenoglio, Jorge Lado y Alan Robinson
www.amradiorebelde.com.ar

JOSÉ SBARRA: Existencialista Genital


VENENO PARA RATAS
Por Mariana Aron

Como a él, a vos te gustaría estar en un lugar donde las cosas fuesen amables, en un mundo donde la sexualidad no sea satanizada, no tenga genero y cada quien dé y reciba por donde más le guste. Donde, al fin, estalles en ese orgasmo maravilloso de la gota divina disolviéndose en el océano divino, en ese momento en que te alimentes de tu autoerotismo y sepas para siempre quién sos.  
A mí siempre me gustaron mucho más los José Sbarra que los Julio Cortázar. Ahora el mundo es todo esa estupidez ancestral de esta maldita raza en Facebook, que escribe 500 pelotudeces juntas por segundo y cree estar en una situación de poder y jamás se sintió aterrado por la existencia. Donde “nadie lee nada. Y el que lee, no entiende. Y el que entiende, lo olvida enseguida.” Donde nadie puede abrir el juego porque un monitor se lo impide. Donde el círculo es un circulo vicioso de hábitos; hábitos mentales, emocionales, sexuales y corporales. Jamás se atreverían a salirse de ellos mismos, romper el molde, entrar en la magia, en el misterio y dejar aparecer al arquetipo detrás del estereotipo. Solo ahí es donde aparece la espontaneidad creadora, sanadora y la irrupción fulgurante de la poesía.
Como te dije, a mí siempre me gustaron los José Sbarra; esos tipos que saltan por encima de los decorados del amor. Saltan, mejoran su intimidad y dejan a la vida con los sobacos llenos de piojos y sexo. Tipos que se bancan el mono y la resaca por una noche enamorada de la vida. Escritores feroces que penetran con agujas de luz los arcanos de la incertidumbre.
A Sbarra le gustaba lo bueno, sin poesía rococó y cagado de romántico. Levantabas su vestido hasta el cuello y encontrabas a un niño escondido, un duende de once años. Un tipo ambicioso, estelar y cósmico, que no había guita que comprara su vida. Una vida peligrosa y libertaria, regida por el principio del placer; porque lo que importa es lo que hacés de la noche a la mañana, tu manera de vivir. Un tipo rapaz que no compartió la cultura de las relaciones amorosas hasta la perversión de la fidelidad y que, por eso, escribió Plástico cruel. Una novela que te cuenta que te hace falta éxtasis, tocarte más la pija, el alma. Un rayo de intensidad comiéndose el culo de la rutina burguesa. El placer de besarte con palabras, hasta tragarse tu conciencia. Un niño, Axel, cariñosamente llamado "el Cerdo", que al llegar del campo se enreda con una modosita de la ciudad; Linda Morris, ninguna Cieguita de la Stratocaster. Un cómic vertiginoso, ácido, retratado por la bohemia de Axel, el punto de ebullición entre la frivolidad extrema de Linda y los jirones líricos descriptos por Bombón, poeta y puta. Una historia no correspondida, de ajo fuerte, dolor y pugna. Leída en incisiones entre diálogos, alucinaciones y señales de tránsito, con esa sal de la vida ¡y eso no es más que poesía! Un poema que te propone inundar tus prejuicios, que te cuenta que el amor está debajo de la ropa y que corremos tras él como una bala hacia nosotros, nos besen donde nos besen. Un poema con disfraz ochentoso, firmado en nombre de los cochinos dedos de su mente o un pensamiento difícil de caerle encima.
En el Zen se dice que cuando te subís a un mástil y no podes bajar, lo que hacés, cuando llegaste a la punta, es dar un paso en el vacío; José Sbarra o José Caputo murió de sida en 1996, no se sabe si apasionado escuchando el misterio, jugando con los ardores de sus genitales o manteniendo algo de dignidad en este mundo sin dignidad. Definitivamente, no somos quienes lo vamos a enjuiciar. Somos quienes lo preferimos imaginar reencarnado en un gato negro; un ser que cogió, se drogó y nos desgarró con su espíritu. Un gato que saltó, corrió, vivió y murió de regreso a su planeta en una aventura cósmica.